Cada vez hay más campañas para mejorar nuestros índices
lectores. Además del tristísimo 0.8 libros que leemos los mexicanos en promedio,
hay una crisis en el tipo de lectura que tenemos… preferimos el selecciones
(con todo respeto a los lectores de éste, por supuesto) y el libro vaquero (a
estos asiduos lectores, que hay y muchos, también una disculpa) o de plano las
revistas de chisme televisivos.
En este Día del niño (30 de abril en México), pregunto ¿qué leen nuestros niños? Primero,
la televisión nos gana, y ni qué decir de las tables que “embrujan” a seguir
caricaturas y películas que a veces a nosotros mismos nos da miedo y nos dejan
con cara de “no entiendo lo que pasa”.
En casa la gran victoria ha sido que nuestras hijas
prefieran un libro a un juguete. Como decimos Laura y yo, para eso sobra
presupuesto =) (para todo lo demás no jejeje) Y claro, queremos ser tíos que
impulsan la lectura, por eso tratamos de siempre de regalar un libro. Sencillo
o pequeño, pero siempre un buen libro de acuerdo con la edad, el idioma, el
gusto.
¿Yo qué recomiendo? De entrada…
·
El principito (y para los no tan niños también
lo recomiendo) Una de mis lecturas favoritas, que encierra demasiadas
enseñanzas en sus hojas. Es un regalo que me encanta dar. Y mejor cuando lo
leen.
·
Fonchito y la luna, de Mario Vargas Llosa. Una
historia de amor que te arranca lágrimas.
·
Los preferidos de mis hijas…
o
Caperucita roja como se la contaron a Jorge, de
Luis Mario Passetti. Una revisión del clásico, siempre regalada con mucho
gusto.Por cierto, un gran autor, 101% recomendable.
o
La peor señora del mundo, de Francisco Hinojosa.
Una divertida historia para grandes y chicos.
o
Marcianos en calzoncillos, de Editorial Bruño.
no más el título y mis hijas se ríen. Una fábula moderna de extraterrestres que
se vuelven aficionados a la ropa interior. ¡Increíble haber encontrado uno de
los peluches en remate y que hija exija el suyo, con todo y calzoncillo!
o
Isol: autora de excelentes libros llenos de
imágenes y de sabias enseñanzas. Algunos títulos: secreto de familia, cosas que
pasan, vida de perros, intercambio cultural, un regalo sorpresa y muchos más.
o
Oliver Jeffers: autor de historias sencillas y
llenas de simbolismos, toda una recomendación para la biblioteca infantil. Los
preferidos en casa: Cómo atrapar una estrella, de vuelta a casa, atrapados,
perdido y encontrado.
Hay libros basados en cuentos de grandes autores, con una
aproximación hermosa a la literatura infantil. En este caso, las versiones
ilustradas de:
·
La luz es como el agua, de Gabriel García
Márquez. Una historia de dos hermanos que inundan su departamento de luz…
·
El hombre que aprendió a ladrar, de Mario
Benedetti. De esas fábulas modernas que vale la pena para invitar a la
reflexión.
·
Discurso del oso, de Julio Cortázar. Otra fábula
moderna que gran valor reflexivo.
Del otro lado, ya en español:
·
El expreso polar, de Chis Van Allsburg. Un nuevo
clásico navideño.
·
Donde los monstruos viven, de Maurice Sendak. Una historia algo difícil a la primera lectura, pero
cargada de enseñanzas.
·
Los fantásticos libros voladores del señor
Morris Lessmore, de William Joyce. Un viaje fantástico de libros y hojas por
una ciudad contemporánea. Un hermoso cuento, un extraordinario cortometraje.
·
Dr Seuss. Toda su obra… El lórax, Horton, Cómo
el Grinch robó la navidad…
Siempre es bueno buscar y reencontrar versiones infantiles
de obras clásicas, desde las princesas hasta el mago de Oz. Hay para todos los presupuestos
y los gustos.
Hay de personajes (miles) que son medio buenos, no
necesarios pero sí buenos para incentivar la lectura, y a veces a precios
accesibles o en oferta.
Para los más “babys”… toda la serie de Baby Einstein…
¡imprescindibles!
Debo reconocer que cada vez más Fondo de Cultura Económica,
Alfaguara, Ediciones Castillo y algunos otros procuran ofrecer nuevas opciones
educativas, muchas de ellas en excelentes ediciones.
Y en las escuelas y por diferentes iniciativas hay más
ferias literarias, ferias del libro… lo importante es que haya más opciones
para leer, para enfrentarse a los libros y superar la batalla frente a la
ignorancia. Como digo y mis amigos se burlan ¡arriba los libros! (arriba del
closet, de la televisión, del parabrisas del coche, adentro de la mochila o la
bolsa, no importa, mientras lo lean)
Hay que reconocer también que cada vez más opciones en las
librerías o en las bibliotecas. Y ni hablar de las opciones en libro digital
que cada vez inundan nuestras tablets o teléfonos inteligentes.
Claro, estas son mis recomendaciones ¡pero seguro tú conoces muchas más! ¿Nos compartes?
Mientras tanto, no hay pretexto, hay lecturas infantiles para todos los gustos
y todos los bolsillos. Cerraría con una frase dominguera: no digamos que nadie
lee, mejor demos el ejemplo y enseñemos a leer a nuestros niños.