Amos Oz, autor israelí, ha destacado como uno de los grandes
narradores del Medio Oriente, presentando ora situaciones comunes ora
reflexiones sobre el propio ser de los judíos o su posición frente a la vida.
En este volumen Hasta la muerte (2009), se reúnen dos
novelas cortas. Disonantes en personajes y momentos históricos, interesantes en
sus retratos y alegorías.
Amor tardío es una especie de monólogo, donde el
protagonista es un judío de la vieja guardia, que busca en forma incansable los
signos de la dominación rusa, y es capaz de denunciarlos hasta sus últimas
consecuencias. Solo, casi obligado al retiro, el narrador nos cuenta su
historia: la juventud que lucha, la gloria por las batallas ganadas, la
desesperanza ante el futuro, las nuevas oportunidades y la costumbre: manejar
por todo el país para alentar a los compatriotas a construir una mejor nación y
enfrentar la amenaza bolchevique.
Pero su crítica, su lenguaje y sus ideales, en cierta manera
lo enfrente a una sociedad actual cansada de estos discursos y teorías de la
conspiración, llevan a que los miembros del partido lo inviten a retirarse. Esto
es, para el protagonista, otro signo del dominio extranjero en su nación.
A lo largo de Amor tardío, podemos ver la evolución de una
nación y cómo unos deciden crecer con ella, y otros no. Mientras él tenga vida,
hará todo por su nación. Pasión, obsesión, miedo, razón, todo se conjuga entre
la entrega y el silencio.
Por otra parte, Hasta la muerte hace un vuelvo histórico: los
cruzados van a Tierra Santa con la idea de liberarla de la opresión musulmana y
del propio judío que la habita. En esta época medieval, el odio lo representan
los cristianos, quienes creen firmemente en su tarea divina de construir una
nueva Tierra Santa, destruyendo todo a su paso.
Ahora velos los grandes mitos judíos: aunque ricos, no son
diestros en las armas, y tienen poderes mágicos que les permite mantener su
dinero y vivir sin ser descubiertos.
Lo que empieza como una aventura positiva, va llenándose de
obstáculos, de privaciones, de muerte. Los que no temían a Dios, ahora temen a
lo desconocido.
Mientras Amor tardío tiene un lenguaje político y a ritmo
lento, Hasta la muerte se llena de diálogos, descripciones y la vivencia hacia
lo desconocido. Ambos textos, con personajes particulares y llenos de vida,
retratan las obsesiones y los miedos del pueblo judío. No solo de los modernos,
sino de los antiguos, para dar una dimensión a veces de esperanza, a veces de
desasosiego.
Un texto denso, pero útil para inducirse al mundo de Amos
Oz. Y, por qué no, entender la postura y las inquietudes de este pueblo, de esta
nación dispuesta a todo hasta la muerte.
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