William Navarrete es un reconocido autor cubano, radicado en
Francia, que nos ofrece una visión retrospectiva y a la vez presente de la isla
cubana. Fugas es una novela que habla del intento de una familia de salir de
Cuba, frente al intento de recuperar un pasado y aquello que de una u otra
forma nos hace ser como somos.
El protagonista de esta novela nos presenta los personajes
más diversos: el tío, el amigo, el conocido, todos y cada uno de ellos busca la
manera de sobrevivir en la Cuba de Fidel, viviendo previamente en el gobierno
dictatorial, y claro, cómo ese gobernante logró ir de la nada al todo.
De esta manera, entre reflexión y diálogo, se despliega una
visión más personal de la grandeza material y las limitaciones que los isleños
vivían en el régimen; y cómo la Revolución abre canales insospechados de
esperanza.
Sí se plantean los trabajos masivos que todos, realmente
todos profesionistas y personas sin oficio, debían ir al campo para cumplir las
metas comunitarias; como lo que era privado se convirtió en público, y poco a
poco como la abundancia se convierte en limitaciones.
Entre la musicalidad del hablar cubano, un ritmo lento y
esos personajes entrañables y a veces estereotipados por su edad o su pasado,
Navarrete nos presenta también a esos voluntarios que con grandes vehículos y
la bolsa llena de dinero van a los rincones insospechados de la isla a educar,
a llevar la esperanza a todo el pueblo, aunque lo único que se encuentre en un
niño descalzo u otro analfabeto.
Plantea también cómo el pueblo, en realidad, sí ha ganado
con los cambios políticos, y cómo para buscar algo diferente hay que pedir
permiso y quedar en una larga lista, interminable e intransitable.
La historia fluye en medio de este deseo familiar de cruzar
el Golfo, pero con papeles y todo en regla, aunque haya que vender lo que se
supone que es de todos, y a la vez ir construyendo esa melancolía de quien extraña
todo, aunque lo tenga enfrente.
Buena novela para conocer a un autor que tiene una buena
lírica, una forma particular de retratar a los personajes y echarnos una mirada
en un país que nos atrae y a la vez miramos con recelo. Es como fuga planeada y
con permiso, una oportunidad para leer y aprender más.
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